En esta asignatura, los estudiantes trabajan en el servicio clínico y educativo de una comunidad,
mediante la realización de prácticas supervisadas en centros de atención, para la integración de los
contenidos teóricos con el quehacer profesional.
Las prácticas son un espacio de adiestramiento
con casos reales y simulados de características diversas. Las mismas desarrollan habilidades de
diagnóstico clínico mediante la observación y el uso de pruebas psicométricas para identificar los
distintos abordajes de intervención.